Una zanja de tierra de cerca de 1 kilómetro de largo y de hasta 8 metros de profundidad en algunos puntos se abrió en el campo agrícola Santa Patricia, en la Costa de Hermosillo.
El miércoles 13 de agosto, empleados del campo agrícola debieron devolverse, pues el camino de terracería tenía una zanja infranqueable para el vehículo.
Humberto Romero, propietario del predio, acudió el sábado a constatar el reporte y se encontró con que la zanja, llamadas también “abras”, se había ensanchado un poco.
Entre las teorías de especialistas está un reacomodo en los mantos de agua bajo tierra, o un reacomodo luego de un sismo ocurrido el domingo 10 de agosto entre Guaymas y Baja California Sur, pero que tuvo efectos en la zona de Hermosillo.
Aparece una grieta de más de un kilómetro de largo y cuatro metros de profundidad, en Suaqui de la Candelaria, municipio de Hermosillo, Sonora.
La gente a unos 4 kilómetros al noroeste de la comunidad de Suaqui de la Candelaria, en la zona de la Costa de Hermosillo está intranquila por la aparición de la grieta en el monte que inicia en una pequeña represa que estaba en construcción, frente al campo agrícola “El Jojobal”.
A simple vista, se puede observar cómo la grieta poco a poco se expande, tanto a lo ancho de profundidad.
Se cree que la fisura pudo haberse creado por la filtración del agua almacenada en dicha represa, pero también pudiera haberse formado también por el temblor registrado la semana pasada en la costa de Hermosillo.
Sonora.- Causa intranquilidad la aparición de una grieta de poco más de un kilómetro de longitud entre el monte, a unos 4 kilómetros al noroeste de la comunidad de Suaqui de la Candelaria, en la zona de la Costa de Hermosillo.
Se trata de una fisura en la tierra que inicia en una pequeña represa que estaba en construcción, frente al campo agrícola “El Jojobal” y que se puede observar cómo una grieta que poco a poco se expande, tanto a lo ancho como en profundidad.
Atraviesa dicha represa hacia el sur, afecta el camino que comunica la carretera 36 norte con la comunidad de Suaqui de la Candelaria y continúa por al menos 600 metros.
En el sitio no se observan a trabajadores del viñedo, solo empleados de una empresa constructora que se encarga de la construcción del gasoducto que va hacia Puerta Peñasco y que se ubica a unos 3 kilómetros de distancia.
Tanto los habitantes del ejido Suaqui de la Candelaria como los trabajadores de la empresa constructora, coinciden en señalar que este hecho extraño ocurrió el martes por la noche.
Nadie escuchó ruidos extraños ni movimientos de muebles o algo que se le parezca.
Al día siguiente, cuando arriban al sitio camiones de carga con tubería de acero, se encontraron que el camino estaba cerrado por esa grieta, que nadie se explica cómo se formó.
Personal de la Unidad Municipal de Protección Civil, acompañados de un geólogo de la universidad de sonora, se trasladaron hasta ese sitio, ubicado a la altura del kilometro 38 de la calle 36 norte y 5 kilómetros hacia el este.
Estimaron que dicha fisura pudo haberse formado por la filtración del agua almacenada en dicha represa, ya que el terreno es demasiado blando.
Pero no descartan que la grieta pudiera haberse formado también por el temblor registrado la semana pasada en la costa de Hermosillo, por lo que investigan.
Ernestina Ruiz, vecina de la comunidad de Suaqui de la Candelaria, comentó que del temblor nadie esteba enterado.
“Pues de hecho, nadie supo si había temblado, y esta grieta, cuando supieron que se habia agrietado y que no dejaba pasar aquí, no le entró temor a la gente, no, según que era una corriente de la misma agua que había llegado para arriba”, comentó.
La obsidiana es un elemento de la naturaleza que por su brillo, color y dureza contrasta con el común de las rocas y cristales que integran el amplio mundo de los minerales.
La concepción prehispánica de la obsidiana
A partir de datos del siglo XVI, John Clark realizó un profundo análisis respecto a la concepción nahua original de las variedades de obsidiana. Graciasa este estudio hoy conocemos cierta información que nos permite clasificarla conforme a sus atributos técnicos, estéticos y rituales: “Obsidiana blanca”, de color gris y transparente; “obsidiana de los maestros” otoltecaiztli, verde-azul con distintos grados de transparencia y brillo y que en ocasiones presenta tonalidades doradas (por su semejanza con elchalchíhuitlfue utilizada para la elaboración de ornamentos y objetos rituales);Itzcuinnitztli,obsidiana jaspeada, amarillo-café-rojo, comúnmente llamada meca o manchada, con la cual se hacían puntas de proyectil; “obsidiana común”, negra y opaca que servía para elaborar raspadores e instrumentos bifaciales; “obsidiana negra”, brillante y con distintos grados de translucidez y transparencia.
Uso medicinal de la obsidiana
Para los habitantes del México prehispánico, la obsidiana tuvo notables aplicaciones medicinales. Independientemente de su efectividad biológica, su utilización medicinal se debió, en gran medida, a la carga de sus atributos rituales y a sus propiedades físicas particulares, tal y como sucedió con la piedra verde ochalchihuitl, llamada comúnmente jade.
Sobre el sonido de la obsidiana
Cuando la obsidiana se rompe y sus fragmentos se golpean entre sí, su sonido esmuy peculiar. Para los indígenas tenía un significado especial y comparaban el ruido precursor de las tempestades con una corriente de agua impetuosa. Entre los testimonios literarios al respecto está el poema Itzapan nonatzcayan(“lugar donde crujen en el agua las piedras de obsidiana”).
En su apariencia física, y de acuerdo con su grado de pureza y composición química, la obsidiana puede ser transparente, translúcida, brillante y reflejante, presentando coloraciones que van del negro al gris, dependiendo del espesor de la pieza y del yacimiento del que provenga. Así, la podemos encontrar en tonalidades verdes, cafés, violetas y en ocasiones azuladas, además de una variedad conocida como “obsidiana meca”, que se caracteriza por su coloración café-rojiza a causa de la oxidación de ciertos componentes metálicos. Los habitantes del México antiguo convirtieron a la obsidiana en un excelente material para elaborar instrumentos y armas como navajas, cuchillos y puntas de proyectil. Al pulirla, los artistas precolombinos lograron superficies reflejantes en las que elaboraron espejos, esculturas y cetros, así como orejeras, bezotes, cuentas e insignias con los que se decoraban las imágenes de los dioses yse engalanaban los altos dignatarios civile y militares de aquella época.
La concepción prehispánica de la obsidiana
A partir de datos del siglo XVI, John Clark realizó un profundo análisis respecto a la concepción nahua original de las variedades de obsidiana. Graciasa este estudio hoy conocemos cierta información que nos permite clasificarla conforme a sus atributos técnicos, estéticos y rituales: “Obsidiana blanca”, de color gris y transparente; “obsidiana de los maestros” otoltecaiztli, verde-azul con distintos grados de transparencia y brillo y que en ocasiones presenta tonalidades doradas (por su semejanza con elchalchíhuitlfue utilizada para la elaboración de ornamentos y objetos rituales);Itzcuinnitztli,obsidiana jaspeada, amarillo-café-rojo, comúnmente llamada meca o manchada, con la cual se hacían puntas de proyectil; “obsidiana común”, negra y opaca que servía para elaborar raspadores e instrumentos bifaciales; “obsidiana negra”, brillante y con distintos grados de translucidez y transparencia.
Uso medicinal de la obsidiana
Para los habitantes del México prehispánico, la obsidiana tuvo notables aplicaciones medicinales. Independientemente de su efectividad biológica, su utilización medicinal se debió, en gran medida, a la carga de sus atributos rituales y a sus propiedades físicas particulares, tal y como sucedió con la piedra verde ochalchihuitl, llamada comúnmente jade. Como ejemplo de esta concepción mágico-ideológica y curativa de la obsidiana, comenta el padre Durán:“Acudían de todas partes a las dignidades de este templo de Texcatlipoca… para que les aplicasen la medicina divina, y así les embijaban con ella la parte donde sentían dolor, y sentían notable alivio… parecíales cosa celestial”. Por su parte, y refiriéndose también a los beneficios medicinales de este cristal natural, Sahagún registró en su monumental Códice Florentino:“También decían que si una mujer preñada veía al sol o a la luna cuando se eclipsaba, la criatura que tenía en el vientre nacería mellados los bezos (labios hendidos)… por eso, las preñadas no osan mirar el eclipse, poníanle una navajuela de piedra negra en el seno, que tocase la carne”. En este caso, es notable que la obsidiana fuera utilizada a manera de amuleto protector contra los designios de los dioses que patrocinaban aquella batalla celeste. Había la creencia, además, de que a causa de su semejanza con algunos órganos como el riñón o el hígado, los guijarros de río de obsidiana tenían el poder de curar dichas partes del cuerpo. Francisco Hernández consignó en su Historia Natural algunos aspectos técnicos y medicinales de los minerales con propiedades curativas. Los cuchillos, navajas, espadas y puñales que usaban los indios, así como casi todos sus instrumentos cortantes eran de obsidiana, la piedra llamada por los indígenasiztli.El polvo de ésta, así en sus tonalidades azul, blanco y negro translúcido, mezclado con cristal igualmente pulverizado, quitaba nubesy glaucomas aclarando la vista.El toltecaiztli, o piedra de navaja abigarrada de color negro bermejo, tenía propiedades semejantes; eliztehuilotlera una piedra cristalina muy negra y brillante traída de la Mixteca Alta y perteneciente, sin duda, alas variedades deiztli. Se decía que ahuyentaba a los demonios, alejaba a las serpeintes y cuanto era venenoso y conciliaba, además, el favor de los príncipes.
Sobre el sonido de la obsidiana
Cuando la obsidiana se rompe y sus fragmentos se golpean entre sí, su sonido esmuy peculiar. Para los indígenas tenía un significado especial y comparaban el ruido precursor de las tempestades con una corriente de agua impetuosa. Entre los testimonios literarios al respecto está el poema Itzapan nonatzcayan(“lugar donde crujen en el agua las piedras de obsidiana”). “Itzapan nantzcaya, la terriblemorada de los muertos, donde el cetro Mictlantecutli empuña majestuoso.Es la postrer mansión de los humanos, allí mora la luna, y a los muertos melancólica fase los alumbra:es la región de piedras de obsidiana, con gran rumor sobre las aguas crujeny rechinan y truenan y empujany forman tempestades pavorosas”. Con base en el análisis de los códices Vaticano Latino y Florentino, el investigador Alfredo López-Austin concluyó que, de acuerdo con la mitología mexica, el octavo de los niveles que componen el espacio celeste tiene esquinas de lajas de obsidiana. Por su parte, el cuarto nivel del camino de los difuntos hacia elMictlánera de un espectacular “cerro de obsidianas”, mientras que en el quinto “predominaba el viento de obsidiana”. Finalmente, el noveno nivel era el “lugar de obsidiana de los muertos”, un espacio sin orificio para el humo llamado Itzmictlan apochcalocan. Actualmente persiste la creencia popular de que la obsidiana tiene algunas de las cualidades que se le atribuían en el mundo prehispánico, por lo que aún se considera una piedra mágica y sagrada. Además, por ser un mineral de origen volcánico se le relaciona con el elemento fuego y se considera una piedra de autoconocimiento con carácter terapéutico, es decir, una“piedra que actúa al igual que un espejo cuya luz hiere a los ojos del ego que no desea ver su propio reflejo”. Debido a su belleza, a la obsidiana se le atribuyen cualidades esotéricas, las cuales, ahora que presenciamos el inicio de un nuevo milenio, proliferan de manera preocupante. ¡Y qué decir de su extensivo uso en la fabricación de todo tipo de souvenirs de obsidiana que se expenden en las zonas arqueológicas y los tianguis turísticos! En suma, podemos concluir que la obsidiana, por sus peculiares características físicas y formas estéticas, sigue siendo un material utilitario y atractivo, tal como lo fue para las diversas culturas que habitaron nuestro país en tiempos pretéritos, cuando PPera considerada el mítico espejo, escudo generador y poseedor de las imágenes que reflejaba